Antonio Gamoneda
Editorial Siruela
Colección Libros del Tiempo
Género: Poesía
ISBN: 84-7844-130-1
160 páginas
Una vez más ese temor por la muerte está presente en un poemario de Antonio Gamoneda. En este caso la inexistencia se presenta con el frío, el frío del color blanco, el frío de la nieve... Una nieve que cubre la hierba y la tapa, cubre la vida, así como forma un manto donde clavar las huellas.
Como la muerte también está el amor, un amor cercano también al frío de la muerte. Y, por supuesto, la figura de la madre, que perdió en el pasado y la conciencia de que el yo poético también está envejeciendo.
Gamoneda tiende a metaforizar con colores la existencia y la inexistencia. En Arden las pérdidas la muerte era el color negro, pero también el color amarillo, así como el púrpura. En este caso aparece el blanco como color predominante, también en compañía con el amarillo, el morado, el negro y el azul.
La muerte se personifica, es capaz de agarrar por la mano a los vivos y llevárselos consigo. La naturaleza es cómplice de todo este proceso. Alrededor de los acontecimientos, de la conciencia del paso del tiempo, siguen volando pájaros como testigos de lo que va surgiendo y lo que va marchando, inconscientes ellos de la fuerza del destino.
Porque nadie escapa al frío, ni puede evitar que el vigilante del frío te agarre tarde o temprano de la mano y te conduzca por la senda amarilla en mitad de las sombras. Donde reside la amada y donde reside la madre.
Libro del frío no es el mejor poemario de Gamoneda, aunque hay que reconcoer que es un maestro cuando anda entre versos, sabe cómo sugerir la angustia de la vejez, como si un escultor estuviera modelando tu cara para darle un nuevo aspecto. Como si tu caminar se dirigiera a una montaña y al llegar cansado, te asomas al abismo y temes la calma final.
En definitiva, Gamoneda es un grandísimo poeta que nadie debería perderse, ya que sus angustias son, tarde o temprano, las angustias de todos algún día.
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