Roberto Bolaño
Editorial Anagrama
Colección: Compactos
1ª edición, 2005
Género: Relatos
225 páginas
ISBN: 978-84-339-6808-1
El libro recoge trece relatos bastante diferentes entre sí. Encontramos un relato sobre un extraño futbolista africano que recurre a extraños rituales mágicos para ganar los partidos de su equipo (Buba); otro que explica la historia de un exiliado chileno, el Ojo Silva, al que el protagonista pierde la pista cuando se marcha de México a París y lo acaba encontrando en Berlín, donde le explica la historia de un reportaje que fue a hacer a la India (El Ojo Silva); también podemos leer la historia de B y su padre en un viaje por Acapulco visitando sitios ciertamente insólitos (Últimos atardeceres en la tierra); la extraña situación de una prostituta que va en busca de un cantante de rock para matarlo (Putas asesinas); la relación de B con otros exiliados chilenos, sobre todo con U, un personaje angustiado con la vida (Días de 1978); un escritor viaja a Francia y Bélgica visitando librerías de segunda mano y prostíbulos (Vagabundo en Francia y Bélgica); la historia de un hombre que rastrea los orígenes de su madre, actriz porno latinoamericana (Configuración de Lalo Cura); un fantasma persigue su cadáver hasta llegar a la casa de un diseñador francés necrófilo (El retorno); un hombre visita a su amigo dentista y éste le presenta a un joven india aficionado a la escritura (El dentista); un personaje encuentra en África un libro perdido de poetas franceses y lo ojea (Fotos); divagaciones a propósito de Neruda (Carnet de baile); el protagonista sueña que se encuentra con Enrique Lihn (Encuentro con Enrique Lihn).
Aunque los relatos son ciertamente distintos entre sí, hay ciertos aspectos que los unen: todos están dentro de un mundo desordenado, inestable y caótico. Los prostíbulos, la muerte, la soledad, la angustia, el viaje... aparecen de forma directa o en directa en los relatos.
Los protagonistas suelen ser lectores de poesía francesa, asiduos a librerías a segunda mano y al servicio de las putas, muchas de ellas con un alto grado de perversión y peligrosidad, como es el caso del relato que da el nombre al libro, Putas asesinas. La muerte es algo presente que se pasea por las páginas del libro, así en El retorno, vemos al protagonista seguir su propio cadáver o vemos que U, un exiliado chileno, está seducido por el suicidio en Días de 1978.
Por lo tanto, el denominador común a estos relatos sería ese desorden de la realidad, la angustia que rodea a los personajes. Roberto Bolaño pertenecía a ese grupo llamado infrarrealistas, que pretendían, precisamente, subvertir la realidad, desajustarla, romperla, sobre todo en el plano moral. Luchaban, en cierto modo, contra ciertos clichés culturales.
Seguro que cualquier lector asiduo a la lectura de relatos, verá que más que relatos, estamos ante pequeños retazos de experiencias. Siempre se ha dicho que la literatura de Bolaño era autobiográfica, él decía que sencillamente estaba teñida de autobiografía. En cualquier caso, reconoceremos a Bolaño en la caracterización de varios personajes. Como decía, los relatos no tienen exactamente el esquema de planteamiento, nuedo y desenlace, sino simplemente es la narración de una anécdota, un recuerdo, un sueño... Por ello, cuando acabamos de leer los relatos, puede quedarnos cierta sensación agridulce; en algunos casos un sabor ligeramente edulcorado y en otros excesivamente agrio.
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