domingo, 11 de septiembre de 2011

'Mía es la venganza', Friedrich Torberg

Mía es la venganza
Friedrich Torberg
Sajalín Editores
1ª edición, junio de 2011
Trad. de Lidia Álvarez Grifoll
114 páginas
ISBN 9788493805166


La literatura sobre el Holocausto parece inagotable. Por mucho que creamos haber leído todo lo importante (Primo Levi, Imre Kertész, Ana Frank y unos cuantos más), siempre nos llega algún otro libro que nos sorprende y nos descubre un nuevo episodio sobre la gran barbarie del siglo XX. Es lógico pensarlo si tenemos en cuenta que cada persona, cada campo de concentración, cada experiencia vivida pueden dar para una novela: murieron seis millones de judíos a manos del nazismo y probablemente la gran venganza de los que sobrevivieron fue revelar su propio testimonio, de forma oral o escrita, para que nadie olvide lo que pasó. Para que no se repita.

En Mía es la venganza, relato escrito por el austríaco Friedrich Torberg (1908-1979), se hace una profunda reflexión precisamente sobre este aspecto: ¿cuál es la venganza judía contra el Holocausto? Contesta Aschkenasy, uno de los personajes: “nos vengamos constantemente porque existimos y todavía seguimos existiendo”. Y sigue: “ya clamábamos venganza al Señor en los tiempos de los reyes y los profetas, igual que hoy: ¡no seáis tan pusilánimes para creer que esa es nuetra calamidad y nuestra miseria! ¡Es nuestra victoria! Que el clamor y el salmo sigan valiendo como hace mil años, ¡eso es nuestra victoria!”.

Este relato, publicado por primera vez en 1943 en Estados Unidos, arranca con una imagen desconcertante. Un hombre espera demasiado a menudo la llegada de alguien en el puerto de Nueva Jersey, aunque nunca recibe la visita de nadie. Un día, otro individuo se le acerca y le pregunta que por qué espera tanto y quién es la persona que tiene que llegar. Él le responde que aguarda a 75 personas, aunque reconoce que nunca los verá. Ante el efecto de sus palabras, éste decide explicarle el motivo de su insistente espera y para ello se remonta a su pasado: es un superviviente del campo de concentración de Heidenburg, en el oeste de Alemania.

El relato es una introspección a la psicología de cada una de las partes que conforman la tragedia: los judíos que querían morir, los que querían vivir, los que nunca dejaban de preguntarse el motivo de esa persecución (“no nos odian por lo que hacemos, nos odian por lo que somos”, dice un personaje), los nazis que hacían gala de la perversión y la maldad más absoluta y retorcida… Lo que aporta este relato no es tanto el mostrar un nuevo episodio sobre el Holocausto (lo de “nuevo” sería relativo, ya que fue uno de los primeros textos que se publicaron), sino confrontar psicologías y ahondar, en pocas páginas, en la esencia de la supervivencia de los judíos más allá del siglo XX. En este sentido, Mía es la venganza es un relato brillante y necesario. Brutal en todos los sentidos.

El libro reúne también el relato El regreso del Golem, centrado en Praga, donde Torberg sitúa a un grupo de soldados nazis que tienen como objetivo hacer registro de toda la documentación y objetos de culto de los judíos que van a ser exterminados. Mientras uno de los oficiales parece más benévolo, otro, en cambio, pretende hacer el máximo daño y decide quemar la sinagoga Vieja-Nueva, símbolo de la resistencia judía, donde se encuentra enterrado el Golem. Este relato puede resultar bastante denso, al menos en comparación con el primero, pero sirve para completar el acercamiento a la literatura de Torberg y a su intento por adentrarse en las mentes de los que protagonizaron y sufrieron el Holocausto.

1 comentario:

Eduardo de Nó dijo...

La frase que mejor resume el espíritu del libro es la respuesta a la pregunta. ¿Por qué esa manifestación de odio? No por lo que hacemos , sino por lo que somos.
La sola existencia es el origen de prácticas vergonzantes para la humanidad.
Pero es respuesta la venganza. En manos de los hombres depende demasiado de componentes culturales y de formación. En manso de Dios es implacable.
De acuerdo totalmente en que el segundo relato es algo más oscuro.