Estrategias del deseoCristina Peri Rossi
Editorial Lumen
1ª edición, 2004
Género: Poesía
80 páginas
ISBN: 9788426414649
Como dice el título, el poemario se presenta como un conjunto de estrategias para llegar a regocijarse en el deseo. No hay una figura estable de la amada, más bien es algo que aparece y desaparece de una forma casi intermitente. Los encuentros suelen ser en hoteles, gran parte de las veces en fines de semana. Pero mezclado con el deseo aparece la espera, una sensación de aguardar no se sabe exactamente el qué, en ocasiones es la amada quien espera al yo poético, pero en otras, sencillamente es el yo poético, la voz de la autora, que permanece sentada ante la mesa de un bar y ni ella misma sabe qué le va a venir.
Quizá sea ese el sentimiento de sentirse extranjera, sentirse extraña en un lugar conocido. Como ella misma dice, el presente es efímero y el futuro incierto. Pocas cosas hay que muestren una estabilidad. Las ciudades son lugares donde caminar, donde tomar un punto de encuentro y reunirse, pero para luego separarse. La fugacidad de la vida aparece aquí como lo efímero de las situaciones concretas. En definitiva, nada aparece encajado, ni siquiera el deseo y precisamente por esa razón hay que buscar juegos, estrategias, para llegar a sentirse deseada, llegar a sentir que se desea.
Como en otras ocasiones en la poesía de Cristina Peri Rossi, los paisajes urbanos con los que dominan los trasfondos de los versos. El yo poético está en consonancia con el mundo que le rodea y por esa razón esas situaciones entran a formar parte de la poesía.
Podríamos decir que son poemas de lo cotidiano. Por esa razón el hecho de tomar una copa en un bar o el estar fornicando, como diría la autora, son experiencias que vive el sujeto y por lo tanto, si es una poesía de la experiencia, deben tener cabida aquí.
Gran parte del poemario lo ocupan dos temas importantes que ya comentábamos en el resumen, que son el deseo y la espera. A veces ambos van unidos, en ocasiones el segundo es el peaje para llegar al primero, como diría Woody Allen, y otras tantas veces la espera es, simplemente, la consecuencia del deseo.
Como en Habitación de hotel, las imágenes de Hopper también aparecen aquí, se podría decir que el yo poético es una de esas mujeres de Hopper, que aguardan en una ventana sin saber demasiado bien el qué. Y a esto, se le une el divagar: el pasear por la ciudad, el coger un tren sola, ir a hacer una lectura poética sin saber quién te va a escuchar… Y a veces, después de hacer todo eso, quizá acabar con alguien, muchas veces en algún hotel.
El estilo de Estrategias del deseo es directo, sin florituras. El léxico que se utiliza es también urbano, más propio de un lenguaje hablado entre amigos que de un dialecto culto (poético). La sintaxis mezcla oraciones largas con otras más cortas, quizá todo eso forme parte del juego que ya hemos comentado: el estilo directo refleja la necesidad de expresar unas experiencias de forma rápida, sin tapujos y la sintaxis desigual podría ser reflejo de esa sensación de inestabilidad.
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