Tor: La montaña maldita // Tor: Tretze cases i tres morts
Carles Porta
Editorial: Anagrama // Edicions La Campana
Colección: Narrativas Hispánicas // (Incluye DVD del programa 30 minuts)
1ª edición, 2006
Género: Novela de no ficción
356 páginas // 420 páginas
ISBN: 978-84-339-7136-4 // ISBN: 978-84-95616-85-2
Carles Porta
Editorial: Anagrama // Edicions La Campana
Colección: Narrativas Hispánicas // (Incluye DVD del programa 30 minuts)
1ª edición, 2006
Género: Novela de no ficción
356 páginas // 420 páginas
ISBN: 978-84-339-7136-4 // ISBN: 978-84-95616-85-2
Tor es el nombre de una montaña maldita situada en el Pirineo catalán a poca distancia de Andorra. O al menos así se le conoce desde hace unos cuantos años. En esa montaña hay un pueblo –con el mismo nombre- de tan solo trece casas. Algunas de ellas están derruidas y en las que quedan en pie ni siquiera hay corriente eléctrica. Un pueblo extraño, pues a pesar de que hay pocos habitantes, ha habido tres asesinatos.
La montaña de Tor era en un principio propiedad de las trece casas, pero la condición imprescindible para la propiedad era que los habitantes de esas casas estuvieran todo el año en el pueblo. La avaricia de un par de vecinos hizo que llevaran a los tribunales al resto por no vivir todo el año en Tor. Y el juez decidió que la montaña pasase a ser propiedad exclusiva de uno de los denunciantes (Sansa). A partir de ahí, Sansa empieza a cobrar peajes a los contrabandistas que bajan de Andorra, hace tratos con un empresario andorrano para construir una pista de esquí en la montaña, pacta la venta de los mismos terrenos a unos belgas… Y sobre todo, empieza a ganarse enemigos.
A los cinco meses de la sentencia del juez, Sansa aparece asesinado en su casa. Es el tercer asesinato después de que dos trabajadores de un vecino –y principal enemigo de Sansa- fueran abatidos a tiros por los guardaespaldas del empresario andorrano.
Parece haber indicios de que Sansa no fue asesinado en su casa, pero ¿quién lo mató? ¿Sus vecinos que habían perdido la propiedad de Tor? ¿Los contrabandistas hartos de los peajes de Sansa? ¿El empresario andorrano que vio que no se cumplía el trato de las pistas de esquí? ¿Unos hippys del pueblo que podrían haberse peleado con él? ¿Un joven de estética skin que vivía con él y que en los últimos días Sansa lo había echado de casa?
Carles Porta se adentra en una investigación exhaustiva para averiguar todo lo que pueda sobre los asesinatos y hacer un reportaje para televisión. Pero en Tor se encuentra con amenazas, negativas y otros riesgos.
El libro puede leerse de dos formas distintas. Puede tomarse como una maravillosa y apasionante novela de misterio basada en hechos escrupulosamente reales. O también puede leerse como un asombroso trabajo periodístico. De hecho, Tor surgió como un reportaje para televisión, pero lo que el periodista Carles Porta se encontró en el Pirineo fue tan extraño y subyugante que decidió tirar del hilo, entrevistar a los vecinos, al empresario andorrano, a algún contrabandista… Es decir, se metió hasta donde podía meterse. De ahí a que en algunas ocasiones lo amenazaran si seguía investigando.
Pero el objetivo de aquella estancia en el Pirineo era media hora aproximadamente de reportaje para la televisión autonómica catalana. El reportaje duró unos cuarenta minutos y fue un éxito de audiencia. Más tarde surgió la idea de plasmar todo aquel material en un libro.
Podemos leer de primera mano cómo fue la investigación, qué problemas tuvo, qué misterios encierran todavía el asesinato de Sansa. Y sobre todo podemos leer las dificultades de un periodista ante la negativa constante de los personajes principales de la historia de Tor a colaborar con él. Más cuando tiene una fecha final para la emisión del reportaje y necesita grabar más imágenes y entrevistar a más personajes.
Tor nos recuerda mucho al libro A sangre fría de Truman Capote. Un periodista que va a la escena de un crimen a hacer un pequeño reportaje y acaba implicándose tanto en la historia que finalmente escribe una novela. Y tras esa novela, la dificultad de olvidar todo lo vivido en esa montaña maldita pero a la vez inquietante.
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