Especies protegidas
Ferran Torrent
Editorial Planeta (1ª edición, mayo 2004)
Traducción de Felip Tobar Pastor
ISBN: 84-08-04996-8
336 Páginas
Juan Lloris reaparece en escena con la intención de conseguir la alcaldía de Valencia haciendo uso del favor que le debe el Frente Nacionalista Valenciano después de que le prestase cuatrocientos millones de pesetas para las elecciones autonómicas. Tras vender sus empresas y retirarse a descansar para huir del escándalo que supuso su implicación en un delito de trata de blancas, decide volver a primera línea de la sociedad valenciana.
Lloris, empresario ambicioso donde los haya, quiere ganarse de nuevo el respeto de los valencianos y cree que la mejor forma es ser alcalde. En realidad poco lo importa la política, únicamente persigue cumplir unos objetivos personales.
Pero el Frente no está dispuesto a jugársela con él y le ofrece la presidencia del Valencia C.F., trato que acepta Lloris. Con la ayuda del coordinador de peñas, el fichaje estrella de un delantero senegalés proporcionado por un agente catalán, y la de otros cargos políticos y deportivos que temen perder posiciones, Lloris pone toda la carne en el asador para ver cumplidos sus intereses.
Especies protegidas es la continuación de Sociedad limitada, trilogía que cierra Juicio final. Al igual que en la primera entrega de esta saga, la ambición y la falta de escrúpulos es el eje de la novela: políticos que se preocupan por sus necesidades, empresarios que chantajean, altos cargos que se dejan coaccionar…
Cualquiera puede dar un cambio de rumbo en sus posiciones o en sus ideales si supone un aumento de sus ganancias. Podemos decir que esta novela grita aquello de “el dinero lo puede todo”, pero quizá no tanto “el dinero da la felicidad”, porque la felicidad de unos es un lastre para otros y lo que puede suponer en un primer momento una alegría temprana, puede acabar siendo una trampa de la que es muy difícil salir sin que ruede alguna cabeza. Por lo tanto, aquel que es rico puede comprar favores y privilegios, pero tarde o temprano le sale el tiro por la culata. Empresarios, políticos, asesores, deportistas… todos están en el punto de mira.
No hace falta reincidir en que Ferran Torrent es bueno, ya lo he dicho muchas veces; así que únicamente animo a los lectores, una vez más, a que de detengan en la literatura de este autor valenciano y descubran sus novelas. Seguro que volverán a él más de una vez.
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